miércoles, 25 de enero de 2012

COAG pidió ayer a Arias Cañete una postura firme y contundente contra la renovación del acuerdo UE-Marruecos

Miguel López, Secretario General de COAG y Andrés Góngora, responsable del sector de frutas y hortalizas, pidió ayer al Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, un rechazo firme y contundente del Ejecutivo español al proceso de ratificación del Acuerdo de liberalización comercial entre la UE y Marruecos.

El citado acuerdo se adentra en su fase definitiva. El próximo jueves, la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo vota el informe sobre el mismo. En febrero, el pleno de la Eurocámara tomará la decisión final, previsiblemente en la sesión del día 15. “Para conseguir el apoyo de los diferentes europarlamentarios es decisivo contar con el respaldo de nuestro propio Gobierno. Sin el mismo, nuestra labor para seguir recabando apoyos en Bruselas pierde fuerza”, ha apuntado el Secretario General de COAG. Además, los representantes de COAG reclamarán al titular de Agricultura su colaboración para influir en el voto de sus compañeros de partido en Bruselas, los europarlamentarios del Grupo Popular Europeo. Los socialistas españoles han anunciado hoy en rueda de prensa que el próximo jueves en la Comisión de Comercio Internacional del PE votarán en contra y que su voto en el pleno final de febrero estará condicionado a medidas de la Comisión para garantizar el cumplimiento del acuerdo tanto en precios de entrada como en cantidades.


Una “ruinosa competencia desleal”

En los últimos años la Unión Europea ha puesto en marcha un peligroso proceso de liberalización comercial, abriendo sus mercados a las importaciones hortofrutícolas de países terceros, que siguen creciendo año. Estas importaciones inundan los mercados europeos y provocan la reducción de los precios en origen, lo que está comprometiendo de forma clara la rentabilidad de las explotaciones, afectando gravemente al sector hortofrutícola español. Nuestros productores no pueden competir en igualdad de condiciones con los productores que están en Marruecos, al soportar éstos costes de producción considerablemente inferiores y verse beneficiados por un régimen fiscal muy favorable. En ese sentido, es necesario condicionar la apertura de los mercados europeos al cumplimiento de unos estándares mínimos en materia laboral, ambiental, y sanitaria por parte de las producciones marroquíes, cuestión que venimos reivindicando desde hace décadas. Además, es vital reforzar los controles en frontera para evitar los reiterados incumplimientos en cantidades y precios de entrada.

El texto del nuevo acuerdo supone una vuelta de tuerca más: liberaliza el comercio de todos los productos agroalimentarios, excepto de aquellos considerados sensibles, que en el caso de la UE son tomate, pepino, fresa, clementina, ajo, calabacín y azúcar, para los que se mantendría un sistema de preferencias arancelarias para un contingente cuantitativo. Sin embargo se contempla un considerable incremento del contingente de tomate marroquí con régimen arancelario especial, que pasaría de las 233.000 toneladas anuales a las 285.000 toneladas en 2014, siendo el producto más afectado. Asimismo, el de calabacín ascendería de las 25.000 a las 50.000 toneladas; el de pepino, de las 5.600 a las 15.000; el de clementina, de 130.000 a 175.000, y el de ajo, de 1.000 a 1.500 toneladas

 

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