La comisión nacional de la competencia avala la venta a pérdidas del comercio
La medida, que hunde los precios en origen, deja a los agricultores a merced de la gran distribución
La comisión nacional de la competencia avala la venta a pérdidas del comercio
JOSÉ LUIS ZARAGOZÁ | VALENCIA La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha lanzado un auténtico jarro de agua fría sobre las aspiraciones de los agricultores y ganaderos por conseguir precios justos en origen al avalar que la distribución comercial pueda vender a pérdidas; es decir colocar los productos en sus tiendas por debajo de su coste real. Competencia, que acaba de hacer público la propuesta de acuerdo sobre el «Código de buenas prácticas mercantiles», aboca al hundimiento de los precios en origen „lo que afecta de lleno al sector de frutas y hortalizas„ y beneficia así a las grandes firmas de la distribución, pues estas podrán seguir presionando a la baja los precios en el campo y comprar así de forma ventajosa.
La llamada venta a pérdidas es una práctica habitual entre las principales operadores del mercado „que tienen sus propias centrales de compras„ en su batalla particular por conseguir clientes bajando precios, una agresiva estrategia comercial que consigue eliminar a firmas de la competencia. Este sistema presiona a los agricultores a vender a la baja y „eso afecta mucho a los cítricos„ y fomenta el hábito de comprar naranjas y mandarinas a precios irrisorios, con lo que es muy complicado que en un futuro la gente adquiera agrios a precios razonables.
En estas últimas campañas se han vendido clementinas a 0,69 euros por kilogramo en sus supermercados europeos. Al ofrecer esos precios ingresan hasta un 23 % por debajo del coste que conlleva su proceso de comercialización, que sitúan en una horquilla entre 0,84 céntimos y 1,06 euros.
La llamada venta a pérdidas es una práctica habitual entre las principales operadores del mercado „que tienen sus propias centrales de compras„ en su batalla particular por conseguir clientes bajando precios, una agresiva estrategia comercial que consigue eliminar a firmas de la competencia. Este sistema presiona a los agricultores a vender a la baja y „eso afecta mucho a los cítricos„ y fomenta el hábito de comprar naranjas y mandarinas a precios irrisorios, con lo que es muy complicado que en un futuro la gente adquiera agrios a precios razonables.
En estas últimas campañas se han vendido clementinas a 0,69 euros por kilogramo en sus supermercados europeos. Al ofrecer esos precios ingresan hasta un 23 % por debajo del coste que conlleva su proceso de comercialización, que sitúan en una horquilla entre 0,84 céntimos y 1,06 euros.
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