miércoles, 30 de julio de 2014

El sector citrícola español, en alerta tras la interceptación de cítricos contaminados de Mancha Negra procedentes de Sudáfrica, exige protección adicional a la Comisión Europea

30-07-2014 | El sector citrícola español, en alerta tras la interceptación de cítricos contaminados de Mancha Negra procedentes de Sudáfrica, exige protección adicional a la Comisión Europea.




Por el momento se han producido 4 interceptaciones comunicadas a la Comisión, de producirse una más, se deberían tomar medidas de protección taxativas
• El sector ha solicitado a la Comisión el cierre de la frontera de forma inmediata 
Madrid 29 de julio de 2014.- El sector citrícola español espera que la Comisión Europea ponga en marcha las medidas necesarias para prevenir el riesgo fitosanitario que conlleva las importaciones de cítricos sudafricanos con mancha negra. En una carta dirigida a Durão Barroso, el sector ha recordado que el pasado año se produjeron más de 40 intercepciones y la UE tomó medidas que resultaron insuficientes y cuando la campaña de exportación ya había acabado. 

Este año, después de haberse registrado ya 4 interceptaciones de cítricos contaminados y ante la evidente falta de control de las autoridades sudafricanas, el sector ve necesario el cierre de la frontera de forma inmediata: de lo contrario, la UE estaría poniendo deliberadamente en riesgo la continuidad de las 600.000 hectáreas de plantaciones citrícolas europeas. Desde el sector se han recordado las recomendaciones de Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, (AESA), que ya dictaminó en su momento sobre el gran riesgo de propagación y contaminación de la mencionada enfermedad. 

En la carta dirigida a Durão Barroso, el sector citrícola español ha solicitado a la Comisión que informe con carácter de urgencia sobre las medidas que está previsto desencadenar si se produce la 5ª interceptación de fruta contaminada, tal y como ya anunció la propia Comisión Europea hace unos meses. 

El sector citrícola ha recordado que la mancha negra es un riesgo que amenaza no sólo al desarrollo económico y social de las regiones productoras sino a la garantía de abastecimiento de los consumidores europeos y a las posibilidades de exportación hacia otros mercados que sí se muestran inflexibles ante la mínima posibilidad de contaminación. De no adoptarse medidas concluyentes una vez más quedará en entredicho no sólo la credibilidad de la Comisión, sino también la eficacia de la política fitosanitaria comunitaria.